sábado, 22 de noviembre de 2014

INTOXICACIÓN POR SETAS

Cada año se producen en España unas 400 intoxicaciones por setas, tres de las cuales acaban causando la muerte. Cataluña, Madrid, Castilla y León y el País Vasco son las regiones que encabezan el ranking en nuestro país. 

No existen normas generales que permitan distinguir las setas comestibles de las tóxicas. La única regla es que no hay reglas, por lo que sólo se deben consumir las que se conozcan perfectamente como comestibles. No vale el color, ni si tiene anillo o no, ni si crecen en troncos o prados. Ante la más mínima duda hay que abstenerse de comerlas. 

Las variedades más peligrosas corresponden los siguientes géneros:
  • Amanita
  • Lepiota
  • Cortinarios
  • Galerina
Aunque, también se producen muertes por Gyromitra y Tricholoma. A la seta a la que se suele atribuir el 90% de los casos mortales es la Amanita phalloides. Si no se pone un tratamiento, desencadena una necrosis hepática fulminante. En seis o diez días la persona muere.



CÓMO ACTUAR ANTE UNA INTOXICACIÓN
  1. En caso de que creamos que hemos podido sufrir una intoxicación, debemos pedir ayuda inmediatamente.
  2. Cuando lo que hayamos comido sea una seta irritante del tubo digestivo, los síntomas aparecen muy pronto, entre los 30 minutos y las 3-4 horas. Es lo que se conoce como periodo de latencia leve, que nunca va más allá de las seis horas. Si aparecen síntomas como malestar en el vientre, náuseas, vómitos, diarreas, retortijones, mareos intensos, visión borrosa o temblores, lo más sencillo es acudir al centro de asistencia más próximo, o, preferiblemente, al servicio de urgencias del hospital local más cercano. Como medida de primeros auxilios se recomienda mantener a los pacientes bien hidratados. A veces, a las dos o tres horas, los pacientes están vomitando. Esto, en general suele ser bueno, porque se expulsa lo ingerido y porque eso indica que no es una toxina de las malas.
  3. En algún caso, los síntomas pueden confundirse con los de una indigestión, así que el especialista se encargará de realizar el diagnóstico diferencial aclaratorio. Siempre afectan al tubo digestivo, al ser el primer órgano que entra en contacto con las setas. 
  4. Las realmente peligrosas no irritan el tubo digestivo directamente, sino que se absorben, circulan por la sangre, llegan a los órganos, entran en las células y comienzan a destruirlas. Cuando ya han muerto bastantes células empiezan los trastornos, pero éstos tardan en manifestarse entre 9-12 horas. Esto es lo realmente peligroso. Así, las intoxicaciones graves tienen un periodo de latencia largo; el intervalo es superior a 6 horas, en gerenal oscila entre las 9 y las 15 horas, aunque en algún caso puede llegar hasta los 10-15 días.
  5. En cuanto al tratamiento ideal, implica rehidratación intensa y precoz (aumenta la emisión de orina), la aspiración digestiva alternada con dosis de carbón activado y catárticos y el uso de determinados fármacos como antídotos

CONSEJOS PARA LA RECOLECCIÓN

  1. Si no conoces la seta no la toques.
  2. No destruyas las setas que desconozcas.
  3. No emplees bolsas de plástico para recolectar las setas. Se te ensuciarán y fermentarán. Lo ideal es la clásica cesta.
  4. No recolectes ni consumas setas que estén cerca de centrales nucleares, carreteras, en jardines públicos, próximas a minas, fundiciones, incineradoras, aeropuertos... El contenido de metales pesados (plomo, mercurio y cadmio) aumenta en estas circunstancias.
  5. No utilices rastrillos para recolectar níscalos.
  6. No recolectes más de lo que seas capaz de consumir.
  7. No hagas caso a los tradicionales métodos de la cucharita de plata, el ajo, el vinagre, la cocción prolongada... Son absolutamente falsos. La única forma de saber si una seta es comestible o no, es conocerla perfectamente.
  8. Comprueba al llegar a casa uno por uno cada uno de los ejemplares y desecha los trozos sueltos.
  9. Consérvalas en la zona de verduras del frigorífico, envueltas en papel de periódico o de aluminio.
Fuente bibliográfica: revista Consejos de tu Farmacéutico. Nº 177. Noviembre. 

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