El día 1 de noviembre es el Día de Todos los Santos. Es la festividad donde recordamos a nuestros seres queridos que ya no están con
nosotros.
El Día de Todos los Santos es una tradición católica
instituída en honor de todos los santos, conocidos y desconocidos, según el
papa Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos
durante el año por parte de los fieles.
En los países de tradición católica, se celebra el 1 de
noviembre, mientras que en la Iglesia Ortodoxa se celebra el primer domingo
después de Pentecostés, aunque también la celebran las Iglesias Anglicana y
Luterana. En ellas se venera a todos los santos que no tienen una fiesta propia
en el calendario litúrgico.
Por tradición es un día festivo, no laborable. En este día de fiesta cristiana se recuerda a los
seres queridos que ya no están con nosotros. La tradición consiste en llevar
flores, ramos o composiciones florales a sus tumbas, como señal de recuerdo y
nostalgia.
Algunas de las flores más típicas para recordar a
nuestros seres queridos en este Día de Todos los Santos son el
Crisantemo, el Clavel, la Rosa y el Gladiolo.
La intención original de llevar flores era la de proporcionar algo vivo para dar felicidad,
entendiendo la muerte como una parte más de la vida, pero los más
supersticiosos creen que deben ser frescas para poder ser replantadas
junto a la sepultura, como si así el fallecido tuviera con qué
entretenerse.
El 1 de noviembre también es tradición degustar deliciosos
postres típicos de este día como huesos de santo y buñuelos de viento.
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