jueves, 30 de octubre de 2014

¿REFLUJO GASTROESOFÁGICO? ¿GASTRITIS? ¿DISPEPSIA?

¿Sabes diferenciarlos?


A continuación te vamos a ayudar a hacerlo:


REFLUJO GASTROESOFÁGICO

Es la subida del contenido gástrico hacia el esófago. Puede tener carácter ocasional, originado por una distensión excesiva del estómago, por ejemplo tras una comida abundante, o bien por una reducción del tono del esfinter gastroesofágico, por ejemplo después de tomar sustancias irritantes.

Cuando los jugos gástricos entran en contacto con el esófago aparecen los síntomas de ardor, sensación de acidez y, a veces, dolor. El reflujo ácido puede provocar ronquera y tos, sobre todo nocturna. Los síntomas se acentúan al acostarse, ya que la posición supina favorece la subida de los jugos gástricos.


GASTRITIS

Es la inflamación de la mucosa del esófago. En la mayoría de los casos se debe al estrés, a infecciones y a la acción de agentes irritantes, por ejemplo medicamentos gastrolesivos como los antiinflamatorios AINEs.








DISPEPSIA

Es un trastorno debido a dificultades digestivas. Se manifiesta con la aparición de síntomas, principalmente después de las comidas, que varían en cada caso particular: sensación de plenitud y de pesadez, quemazón y a veces dolor, hinchazón y meteorismo.


A continuación te damos una serie de consejos para mantener un estómago saludable, evitando así la acidez y el reflujo. 

En cuanto al estilo de vida, debemos tener en cuenta lo siguiente:




  • Reducir el exceso de peso: el sobrepeso y la obesidad pueden empeorar considerablemente el reflujo.
  • No consumir comida rápida y/o fuera de horario, masticar bien los alimentos.
  • Dejar pasar dos horas desde la última comida antes de estirarse o acostarse.
  • Levantar unos 20 cm la parte de la cabeza de la cama para reducir los reflujos nocturnos.
  • Evitar el tabaco y las bebidas alcohólicas.
  • No vestir con ropa que comprima el abdomen (prendas con cintura estrecha).
  • Realizar actividades relajantes y ligeras después de las comidas, no hacer actividades físicas que supongan un esfuerzo intensivo.
En cuanto a la alimentación, debemos tener en cuenta lo siguiente:


  • No tomar o reducir el consumo de café, té, bebidas de cola o bebidas con gas.
  • No tomar o consumir poca cantidad de caldos de carne y chocolate.
  • Cocinar de manera simple reduciendo los condimentos grasos (aceite, mantequilla, mayonesa...) que retrasan el vaciamiento gástrico y reducen el tono del esfinter interior, aumentando la posibilidad de reflujo.
  • No tomar o al menos reducir el consumo de alimentos grasos y especiados.
  • Tratar de averiguar uno mismo o una misma qué alimentos empeoran la digestión o el reflujo ácido.
  • Evitar comidas abundantes, sobre todo de noche, tratando de distribuir con regularidad de alimentos durante el día.

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