Según el estudio de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, en orden decreciente, las plantas cuyos pólenes son más frecuentes en España son: gramíneas, olivo, ciprés, salsola, plátano de sombra y parietaria, y las previsiones de mayor alergia al polen durante esta primavera son de carácter moderado en las comunidades del centro peninsular, intenso en Andalucía y leve en el resto.
La alergia primaveral es debida al polen de aquellas plantas que polinizan por el aire.
Los alérgicos perciben esta sustancia como un enemigo, activando así su organismo los mecanismos de defensa. El sistema defensivo de los alérgicos al polen identifica a éste como una sustancia extraña y dañina. Por ello, si el polen se pone en contacto con la piel, los ojos o el aparato respiratorio, el organismo se defiende liberando el torrente sanguíneo diversas sustancias químicas, como es la histamina, que es responsable de los síntomas alérgicos tales como los estornudos, ojos llorosos, congestión nasal...
SÍNTOMAS
A continuación resumimos la sintomatología más característica de la alergia al polen:
- Conjuntivitis que cursa con lagrimeo, picor y enrojecimiento ocular
- Rinitis o inflamación de la mucosa nasal: congestión, secreción y obstrucción nasal
- Problemas con el olfato
- Estornudos
- Picor
- Círculos oscuros e hinchazón debajo de los ojos
- Dolor o picazón de garganta y/o de oídos, sensación de oídos tapados
- Fatiga
- Irritabilidad
- Dolor de cabeza
- Dificultad para dormir
- Cansancio general durante el día posterior a la sintomatología
- Asma bronquial, que tiene su origen en la exposición a los alérgenos
- Tristeza
- Migraña
Ya que no podemos evitar que la alergia aflore en primavera, lo que sí podemos hacer es intentar minimizar los síntomas que generan, pero, ¿cómo hacerlo?
Se debe evitar el contacto con las plantas productoras del polen.
¿Cómo podemos hacerlo?
Te damos algunos trucos:
- Mantener la casa cerrada
- Conservar un ambiente lo más húmedo posible
- Usar aspiradora en la limpieza
- Emplear paños húmedos en la limpieza para evitar levantar polvo asentado con pólenes
- Extremar la higiene tanto de manos como de la cara
- Emplear gafas de sol al salir a la calle
- En alergias intensas, incluso se recomienda en uso de mascarillas faciales durante el periodo de polinización
- Si se viaja en coche, se recomienda hacerlo con las ventanillas cerradas y con el filtro del aire acondicionado
- Se debe evitar tender la ropa en el exterior
En general, la concentración de polen suele ser superior a la mañana y en los días cálidos, secos y ventosos e inferiores en los fríos y húmedos, pero no debemos descuidar las noches, ya que en las noches de primavera, tras la puesta de sol, la atmósfera se enfría y el polen tiende a descender hacia las capas de aire cercanas al suelo, por lo que son frecuentes los ataques nocturnos de alergia.
TRATAMIENTOS
Si aún con las medidas preventivas no conseguimos frenar los síntomas asociados a la alergia, debemos recurrir a los tratamientos para el control de los síntomas. Estos medicamentos los prescribirá el médico, pero tan importante como una adecuada prescripción es el cumplimiento del tratamiento, sobre todo si se padece asma, que que es una afección que puede llegar a ser grave.
Entre los medicamentos prescritos para el control de los síntomas se encuentran los antihistamínicos, descongestionantes, antiinflamatorios y broncodilatarores entre otros.
ANTIHISTAMÍNICOS
Este grupo de medicamentos bloquean los efectos de la histamina, que es una de las sustancias que se liberan durante la reacción alérgica.
La histamina es el responsable de muchos de los síntomas como son el picor de ojos y nariz, los estornudos, el lagrimeo y en parte la obstrucción nasal, por lo que son unos fármacos muy útiles para el tratamiento de la rinitis y conjuntivitis.
Al no ser responsable de los síntomas bronquiales tienen escaso efecto a este nivel.
Existen muchos medicamentos antihistamínicos diferentes, muchos de ellos para administración por vía oral, aunque algunos se administran directamente en los ojos, tales como los colirios y otros para administrar por vía nasal.
Aunque no suelen tener efectos sedantes, es verdad que en algunas personas aperece un poco de somnolencia.
DESCONGESTIONANTES
Se aplican directamente por vía nasal en la mayoría de los casos, produciendo una contracción de los vasos sanguíneos de la mucosa nasal, disminuyendo el grosor de ésta, y por lo tanto la obstrucción.
Tienen un efecto de alivio inmediato pero transitorio, y a lo largo de los días, la duración del alivio es cada vez menor, ejerciendo un efecto rebote, por lo que no se deben emplear de manera reiterada sin control. No se debería aplicar durante más de 6-7 días seguidos.
ANTIINFLAMATORIOS
Los corticoides tópicos son los antiinflamatorios más eficaces. Cuando se administran de forma inhalada, tanto a nivel nasal como inhalada por boca, a las dosis adecuadas según los síntomas, carecen prácticamente de efectos secundarios, ya que llegan solamente al sitio donde deben actuar (nariz o bronquios), ejerciendo un efecto local y no en el resto del organismo.
En algunos casos de evolución del asma por alergia a pólenes, puede ser necesario el empleo de corticoides administrados por boca o en inyectable si la crisis de asma es muy intensa.
BRONCODILATADORES
Tienen la propiedad de relajar los músculos de los bronquios contraídos por el asma. Se administran siempre por vía inhalatoria y existen dos grandes grupos:
- Beta-adrenérgicos: son de acción corta o de "rescate". Su efecto es abrir los bronquios y se inicia inmediatamente después de su aplicación y dura entre 4-6 horas, por lo que se emplean en el momento en el que el paciente nota disnea.
- Anticolinérgicos: son de acción prolongada, tardan más en empezar a ejercer su acción, pero la broncodilatación se prolonga durante más de 12 horas. Se suelen emplear junto con los corticoides inhalados para tener bien controlados los síntomas, pero no deben emplearse como "rescate".
Los efectos secundarios de estos medicamentos, tanto los de acción corta como larga, se producen por abuso de ellos casi siempre, siendo los más comunes el temblor muscular, taquicardia y nerviosismo.
Por último os damos una serie de consejos para afrontar mejor la alergia primaveral:
- Utilizar gafas de sol en el exterior durante el periodo de polinización.
- Extremar la higiene de manos y cara y limpiar frecuentemente con agua fresca la nariz y los ojos.
- Evitar el contacto con las plantas productoras del polen situadas en parques, jardines o zonas de abundante vegetación.
- Viajar en coche con las ventanillas cerradas, evitando desplazamientos en moto o bicicleta-
- Emplear filtros de polen en el aire acondicionado de vehículos y viviendas.
- Utilizar aspirador para la limpieza del hogar y quitar el polvo con una bayeta húmeda.
- Mantener la casa cerrada y conservar un ambiente lo más húmedo posible. Ventilar la casa tras la caída del sol; cinco minutos son suficientes.
- Ducharse después de pasar un tiempo al aire libre para eliminar los residuos de polen en cuero cabelludo o cuerpo y cambiarse la ropa.
- Evitar secar la ropa al aire libre durante esa temporada.
- Tomar la medicación según las pautas prescritas por los profesionales sanitarios.
- Recordar que los fármacos antihistamínicos pueden producir somnolencia.
Fuente bibliográfica: revista Estar Vital. Nº 91. Abril 2015.
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