miércoles, 25 de marzo de 2015

ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) engloba una serie de enfermedades que afectan al intestino en alguno de sus tramos, inflamándolo de manera crónica. Entre ellas, las más importantes son la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Son trastornos crónicos que evolucionan con brotes de intensidad y duración muy variable, alternando con remisiones.

A continuación, pasamos a detallar los síntomas de la colitis ulcerosa y de la enfermedad de Crohn, para que tengamos una idea más acertada de las diferencias y semejanzas entre ambas.


COLITIS ULCEROSA


La parte del intestino que se inflamada es la mucosa, es decir, la parte interior del colon o el intestino grueso. Produce una serie de trastornos que recuerdan a una gastroenteritis que no se cura e incluso produce sangrado.



Algunos de los síntomas más característicos son:
  • Alteraciones en el ritmo intestinal, como diarrea, en general progresiva. Es muy típico que al terminar la deposición el paciente se queda con ganas pero no expulse nada. Algunas personas no son capaces de retener la deposición (incontinencia) o tienen que ir corriendo (urgencia de defecación).
  • Puede producir cansancio, falta de apetito y adelgazamiento, por lo general poco importantes.
  • Rectorragia o sangre en las heces.

ENFERMEDAD DE CROHN


Esta alteración, no sólo afecta a la mucosa sino a toda la pared intestinal, en cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano. Puede producir estrecheces (estenosis) en el intestino, inflamación de la pared del intestino, úlceras, fisuras y fístulas. 



Los síntomas varían dependiendo de dónde está localizada la inflamación y pueden ser las siguientes:
  • Las personas con afectación del intestino delgado, que es la más común, tienen sobre todo diarrea, dolor abdominal y síntomas generales como debilidad, pérdida de peso y falta de apetito.
  • Se pueden añadir otros síntomas como los dependientes de la anemia (debilidad, palidez) y otros síntomas digestivos como vómitos.
  • Las personas con afectación de colon presentan diarrea, a veces con sangre.

TRATAMIENTO


La EII no es curable, pero es controlable con un tratamiento adecuado:
  1. Fármacos para mejorar los síntomas: analgésicos, antipiréticos, espasmolíticos y astringentes.
  2. Fármacos específicos para la enfermedad que disminuyen la inflamación que se produce en el aparato digestivo: aminosalicilatos, antibióticos, corticoides, inmunosupresores y biológicos.
  3. En casos graves pueden aparecer complicaciones intestinales que requieran cirugía.
La EII tiene un fuerte impacto en la calidad de vida de los pacientes, ya que estas patologías suelen diagnosticarse cuando el paciente es joven.

Esperamos con este artículo haber aclarado algunas de las dudas que os surgen y si no es así,
 ¡consultadnos!

Fuente bibliográfica: revista Consejos de tu Farmacéutico. Nº 182. Abril 2015

No hay comentarios:

Publicar un comentario