¿Sabemos diferenciar entre una alergia o intolerancia a la leche?
Te ayudamos a diferenciarlas:
ALERGIA A LA LECHE
La alergia a la leche de vaca, provocada por la proteína que contiene, sólo afecta a los bebés y casi el 70% de los afectados consigue superarla antes de los dos años. A partir de esta edad, apenas se dan casos de alergia a la leche.
La alergia aparece cuando el sistema inmunológico de un niño identifica estás proteínas como peligrosas y puede causar problemas digestivos, cutáneos y dificultades respiratorias.
Si la alergia a la leche de vaca persiste, la dieta de alimentos sólidos del bebé estará limitada ya que no pueden consumir productos lácteos elaborados a base de leche de vaca.
INTOLERANCIA A LA LACTOSA
La intolerancia a la lactosa se manifiesta durante el proceso digestivo cuando se consume leche y, aunque puede ser a cualquier edad, se desarrolla habitualmente a partir de los 5 años. Contrariamente a lo que se cree, sí que pueden consumir determinados productos lácteos, como el queso curado o semicurado, ya que carecen o tienen muy poca cantidad de lactosa. Lo mismo ocurre con el yogur y otras leches fermentadas, que contiene menos cantidad de lactosa que la leche.
Ni la bebida de soja ni la bebida de almendras contienen los nutrientes esenciales que proporciona la leche de vaca en el organismo. La diferencia radica en que la bebida de soja proviene de una fuente vegetal y, que aunque la cantidad de proteínas es similar e ambos productos, su calidad es diferente. La bebida de soja carece de vitaminas y minerales que sí contiene la leche de vaca.
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