Hoy, en nuestro segundo día de dieta, hemos traído piña para almorzar. La hemos traído ya cortada en cachos para que no nos diera pereza comerla y así no tener excusas para saltarnos la dieta.
Por eso, hemos decidido hablaros un poco de las propiedades nutricionales de esta fruta que tanto nos gusta.
Las proporciones de los nutrientes de la piña pueden variar según el
tipo y la cantidad de la fruta, además de otros factores que puedan
intervenir en la modificación de sus nutrientes.
Este alimento, pertenece al grupo de las frutas frescas.
La piña o ananá es una fruta original de la zona de Argentina, Brasil y Paraguay.
Esta
fruta de inconfundible aroma y estupendo sabor, es beneficiosa para la circulación y también facilita la digestión.
Gracias a sus propiedades antibacterianas, la piña ayuda a eliminar las
bacterias intestinales causantes de afecciones como la diarrea.
Gracias a su efecto diurético, la piña también ayuda a eliminar el exceso de líquidos de nuestro organismo.
Todos
sabemos que el consumo de fruta fresca proporciona a nuestro cuerpo las
vitaminas y los minerales que necesitamos para mantenernos saludables y
por lo tanto, la piña no es diferente. La piña es una fruta reina, ya
que tiene muchas propiedades importantes que son esenciales para
mantener nuestra salud.
Éstos son algunos de los principales beneficios nutricionales de la
piña:
- La enzima bromelina se encuentra generalmente en el tronco o en núcleo de la piña y ayuda a digerir la comida rompiendo las partículas de proteína que hay en su interior. Por lo tanto, la piña ayuda a tener un sistema digestivo saludable, es ideal para realizarnos una desintoxicación natural y también es conocida por sus propiedades anti-inflamatorias y anti-coagulantes.
- La piña tiene muy pocas calorías, es baja en sodio, grasas saturadas y colesterol. Sin embargo, al mismo tiempo, es una rica fuente de fibra, por lo que es el alimento perfecto para bajar de peso.
- Es una excelente fuente de vitamina C y otros antioxidantes esenciales para la síntesis del colágeno. La vitamina C también ayuda a mantener la integridad de los vasos sanguíneos, de la piel, de los órganos y de los huesos.
- El aumento de la ingesta diaria de antioxidantes también es ideal para fortalecer el sistema inmunológico, lo que significa que tu organismo podría ser capaz de luchar contra los resfriados y la gripe durante la época de invierno.
- La piña también es conocida por su alto nivel de manganeso. El mineral de manganeso es un elemento esencial para la producción de energía, al mismo tiempo que protege a las células de los radicales libres. Este mineral ayuda a nuestro cuerpo a utilizar los nutrientes esenciales como la tiamina y la biotina, manteniendo los huesos sanos y ayudándonos a sintetizar los alimentos grasos.
- La piña es también una fuente rica en vitamina A y beta-caroteno, que ayuda al sistema inmunitario, la vista y nos protege de los radicales libres. Es también una rica fuente en las vitaminas B1 y B6 que son buenas para la producción de energía y para la descomposición de los azúcares y almidones en nuestro sistema digestivo. En la piña encontramos altos niveles de cobre, el cual sintetiza los glóbulos rojos y el potasio ayudando a controlar la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

Así que para resumir, comer piña es bueno para
nuestro cuerpo tanto por dentro como por fuera. Comer unas rebanadas de
piña fresca al día puede defender nuestro cuerpo contra los dañinos
radicales libres y contra las enfermedades, ayudar a la digestión
gracias a la limpieza de los órganos corporales y sanguíneos, puede
aumentar nuestra energía metabólica de admisión y de impulso, nutrir
nuestro cabello y nuestra piel y mantener sanos nuestras uñas y nuestros
dientes. Además de tener un sabor excelente.
¡Riquísima!
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