Hoy queremos compartir con vosotr@s unos consejos que nos ha proprocionado laboratorios Angelini sobre la lactancia materna.
Se trata de cinco consejos prácticos que nos pueden facilitar mucho los primeros meses con nuestro bebé.
1. Corregir el agarre: la causa principal de
dificultades y sobretodo de dolor en la lactancia es un mal agarre del
bebé. Muchas situaciones de dolor se resuelven rápidamente al conseguir
un buen agarre. Pero, ¿cómo sabemos si el bebé está bien agarrado al pecho? Los siguientes puntos nos pueden ayudar a contestar a esta cuestión:
- Al dar el pecho no se debe notar dolor.
- El bebé debe estar cogido al pecho y no solo al pezón. Esto se puede
comprobar mirando la areola del pecho, que es la parte oscura que envuelve el
pezón. Un bebé bien cogido dejará entrever más parte de areola por
encima del labio superior que por debajo del labio inferior.
- El bebé debe tener los labios evertidos, es decir, vueltos hacia fuera, con la boca bien abierta.
- Al succionar se debe mover toda la mandíbula del bebé, con las mejillas
llenas y redondeadas. Los movimientos de succión y deglución son lentos y
profundos.
- No se deben oir chasquidos ni ruidos durante la toma, solo el sonido del bebé al tragar la leche.
Una vez que ya sabemos comprobar si el bebé está bien agarrado al pecho, la siguiente cuestión a abordar es cómo conseguir que se agarre bien.
Lo primero es crear unas condiciones ideales para que sea más fácil
para los dos. Esto incluye asegurarse que la madre está cómoda y tiene
cerca todo lo que pueda necesitar y ofrecerle el pecho al bebé antes que
llore de hambre. Como referencia puede ser útil saber que los pasos
para ofrecerle el pecho al bebé son los siguientes:
- Se debe colocar al bebé de manera alineada, es decir, con la cabeza y la espalda en la misma línea recta.
- El bebé tiene que estar tan cerca del cuerpo de la madre como sea posible.
- El pezón tiene que quedar entre la nariz y el labio superior.
- Se debe rozar ligeramente el labio superior del bebé para conseguir que abra bien la boca.
- No se debe tener prisa, se debe dejar que el bebé abra muy bien la boca y entonces acercarle rápidamente al pecho.
- Los bebés realizan un movimiento de succión más rápido y menos
profundo al principio para estimular el reflejo de eyección (“bajada de
la leche”); y luego pasan a movimientos amplios y profundos.
- Si al cabo de pocos segundos todavía existe dolor, es mejor romper la succión cuidadosamente y empezar de nuevo.
- Cuando el bebé esté bien cogido al pecho, debemos recordar que es muy importante que la mamá también esté relajada. Se deben relajar los hombros y los brazos y recostarse hasta encontrarse cómoda.
- Otra manera efectiva de conseguir un buen agarre es dejar que sea el
bebé que espontáneamente se agarre al pecho. Esto implica dejar que el
bebé cabecee y se recoloque hasta que encuentre una posición en la que
agarrarse al pezón.
2. Prestar atención a la postura de la madre: si se le ha cogido un cierto temor a la lactancia por la presencia de
dolor, es fácil que se acaben afrontando las tomas con el cuerpo en
tensión, lo que en sí mismo dificultará todavía más la situación. se debe buscar un espacio en el que se esté a gusto, sentarse de manera cómoda, y no
dudar en usar cojines o almohadas para mantener la espalda recta y los
brazos apoyados y relajados.
3. Optar siempre por la lactancia a demanda,
aquella en que el bebé decide la frecuencia y la duración de las tomas.
Forzar que se espacien las tomas afectará la producción de la leche y
provocará que el bebé llegue más intranquilo a la siguiente toma, por lo
que será más difícil conseguir un buen agarre.
4. Evitar las interferencias hasta que la lactancia
esté establecida. Los movimientos que realizan los bebés para tomar un
biberón o calmarse con un chupete son diferentes de los que debe
realizar para agarrarse correctamente al pecho y extraer la leche
materna. Los chupetes y biberones, así como las pezoneras pueden derivar
en un mal agarre al pecho y una mala estimulación de la producción de
leche.
5. Buscar apoyo en la matrona o un grupo de lactancia.
La lactancia es una habilidad que requiere práctica y es muy útil ver
cómo otras madres se manejan en sus lactancias y solucionan sus
problemas. Si siguiendo estos consejos generales no se solucionan los
problemas hay que asegurarse que no exista otra dificultad añadida, por
ejemplo un frenillo corto o una mastitis.
Hasta que se haya conseguido mejorar el agarre, especialmente si el
nivel de dolor es elevado en cada toma, existen algunos consejos para
facilitar la lactancia:
- Ofrecer primero el pecho que no duela o el que duela menos.
- Estimular el reflejo de eyección con un masaje suave y circular
alrededor del pecho y aplicando calor justo antes de empezar la toma.
- En el caso que exista una ingurgitación importante, es útil realizar
presión sobre la areola en dirección al tórax para ablandarla (también
llamada Presión Inversa Suavizante); y extraerse algo de leche antes de colocar al bebé para que no tenga problemas de agarre.
- Aplicar frío en el pecho después de la toma para aliviar la
congestión. Por su forma y sus propiedades son útiles las hojas de col.
- No esperar hasta que el bebé llore. El llanto es el último de los
indicios de que un bebé tiene hambre. Es mejor aprender a reconocer
otras señales, como llevarse los puños a la boca o sacar la lengua
repetidamente.
- Siempre romper la succión de manera cuidadosa, introduciendo un dedo
en la comisura de la boca y girándolo lentamente, y alejando después el
bebé del pezón.
- Cambiar la posición del bebé. Existen muchas posiciones distintas para ofrecer el pecho al bebé: sentada, tumbada, inclinada. Ir variando permite vaciar mejor el pecho y la presión sobre un pezón que ya está lesionado.
- Evitar el lavado excesivo de los pechos. No es necesario lavarlos antes de cada toma y es mejor evitar jabones y alcoholes.
- Además es bueno dejar los pechos al aire de vez en cuando, puesto
que el uso de sujetador y la humedad constante de los discos absorbentes
pueden aumentar la irritación del pezón.
- Evitar el uso de pezoneras, que pueden confundir al bebé; y si no
son del tamaño correcto pueden ser origen de lesiones y grietas en el
pezón.
- La lactancia no excluye el uso de medicación.
- Si han aparecido grietas, han recetado antibióticos, o se sospecha
de una mastitis; es eficaz reforzar la flora mamaria tomando un
probiótico específico.
¡Esperamos que estos consejos os sirvan de ayuda!
Fuente bibliográfica: https://www.lactanciasindolor.com/consejos-para-la-lactancia-materna/