viernes, 27 de mayo de 2016

CÓDIGO EUROPEO CONTRA EL CÁNCER

La mejor receta contra el cáncer es la prevención, por eso os dejamos los 11 ingredientes para la mejor prevención que nos ha facilitado el Código Europeo Contra el Cáncer:
  1. No fumes: si fumas, déjalo lo antes posible. Si no puedes dejar de fumar, nunca fumes en presencia de no fumadores, especialmente si se trata de niños.
  2. Evita la obesidad.
  3. Realiza alguna actividad física de intensidad moderada todos los días.
  4. Aumenta el consumo de frutas, verduras y hortalizas: come al menos 5 raciones al día. Limita el consumo de alimentos que contienen grasas de origen animal.
  5. Si bebes, ya sea vino, cerveza o bebidas de alta graduación, modera el consumo a un máximo de dos consumiciones o unidades diarias si eres hombre, o a una si eres mujer.
  6. Evita la exposición excesiva al sol. Es especialmente importante proteger a niños y adolescentes. Las personas que tienen tendencia a sufrir quemaduras deben protegerse del sol durante toda la vida.
  7. Aplica estrictamente la legislación destinada a preveneir cualquier exposición laboral a sustancias que pueden producir cáncer. Cumple todos los consejos de salud y de seguridad sobre el uso de estas sustancias. Aplica las normas de protección radiológica.
  8. Las mujeres a partir de los 25 años deberían someterse a pruebas de detección precoz de cáncer de cuello de útero.
  9. Las mujeres a partir de los 50 años deberían someterse a una mamografía de detección precoz de cáncer de mama.
  10. Los hombres y las mujeres a partir de los 50 años deberían someterse a pruebas de detección precoz de cáncer de colon.
  11. Participa en programas de vacunación contra el virus de la hepatitis B.

lunes, 9 de mayo de 2016

¡ESTREÑIMIENTO BAJO CONTROL!

Hoy vamos a dedicar nuestro post a hablar sobre el estreñimiento, situación que vemos y por la que nos preguntáis a diario en nuestra oficina de farmacia.

Haremos una breve introducción explicando lo que es el estreñimiento, los tipos existentes y terminaremos dándoos unos pequeños consejos.


Definimos estreñimiento como la alteración en el hábito intestinal, hábito que varía de unas personas a otras.

Podemos diferenciar dos clases de estreñimiento:
  • Estreñimiento agudo u ocasional: cuando se trata de una duración inferior a 6 semanas, que puede ser debido al estrés, a consecuencia de un viaje...
  • Estreñimiento crónico: cuando se prolonga al menos durante 12 semanas, aunque no tienen que ser necesariamente consecutivas, durante los 12 meses anteriores. Para poder diagnosticar este tipo de estreñimiento deben existir dos o más de los siguientes parámetros clínicos en los últimos tres meses con aparición de los síntomas en los 6 meses previos al diagnóstico:
    • Menos de tres deposiciones a la semana
    • Esfuerzo para defecar en más del 25% de las deposiciones
    • Sensación de evacuación incompleta en más del 25% de las defecaciones
    • Maniobras manuales para facilitar la evacuación (evacuación digital o sostén del suelo pélvico) en más del 25% de las defecaciones
    • Sin el uso de laxantes no debe haber (o ha de ser muy rara) la presencia de heces sueltas y que tampoco haya criterios suficientes para el diagnóstico de síndrome del intestino irritable
Hay tres grupos de personas a las que el estreñimiento les afecta en mayor proporción, como son los siguientes:


  • Personas con hábitos de vida inadecuados: dieta baja en fibra, ingesta de líquidos insuficiente, sedentarismo, estrés, no acudir al baño cuando se sienten ganas...
  • Personas con otros problemas de salud: enfermedades psiquiátricas, enfermedades metabólicas, alteraciones funcionales, lesiones del tracto gastrointestinal, miopatías, enfermedades neurológicas, trastornos iónicos...
  • Personas en tratamiento farmacológico con determinados fármacos: anticolinérgicos, antidepreivos, anticonvulsivos, antiácidos, antihipertensivos, antagonistas de calcio, antihistamínicos, antiinflamatorios no esteroideos, diuréticos, opiáceos, suplementos de hierro o calcio...
Para terminar, os damos una serie de consejos para intentar combatir el estreñimiento:

  1. Seguir una dieta rica en fibra: la cantidad de fibra recomendable al día se sitúa en unos 20-30 g, correspondientes a un mínimo de 2-3 piezas de fruta y 3-5 porciones de verdura al día. La dieta rica en fibra favorece la disminución del tiempo de tránsito colónico y el aumento del volumen de las heces. Por ello, os recomendamos consumir verduras, frutas (las ciruelas y los kiwis son los de más efecto laxante), cereales (arroz, pan... preferible que sean integrales) y legumbres.
  2. Hacer ejercicio físico de forma regular: puede ser suficiente caminar 30-60 minutos diarios o hacer otro tipo de actividad aeróbica como nadar, correr, montar en bicicleta...
  3. Beber abundante líquido: si no existen restricciones hídricas (insuficiencia renal o cardiaca, cirrosis...), se aconseja ingerir un mínimo de dos litros al día en forma de agua, zumos de frutas o caldos de verduras. Se recomienda que una parte importante se tome en ayunas o antes de las comidas.
  4. Educar al intestino: intentar ir al baño siempre a la misma hora y dándose tiempo suficiente para evacuar (esperar 15-20 minutos, excepto si se tienen hemorroides). Es importante acudir al baño siempre que se sientan ganas de defecar. 
Esperamos que con estas recomendaciones os hayamos podido ayudar un poco, pero aún así recordamos que deberemos acudir al médico si el estreñimiento dura más de una semana y aparecen alguno de los siguientes síntomas:
  • Si ocurre en lactantes, niños o embarazadas
  • Si es de inicio brusco o sufre modificaciones significativas en su evolución
  • Si se asocia a pérdida de peso injustificada
  • Si las heces se acompañan de sangre o son de color negro
  • Si también hay dolor abdominal intenso, vómitos y/o fiebre
  • Si se relaciona con al toma de fármacos que pueden ocasionarlo
  • Si persiste pese a las recomedaciones hechas
Si tenéis cualquier duda, ¡consultadnos!

jueves, 5 de mayo de 2016

¿QUÉ PALOMITAS SON MÁS SANAS?

Hoy vamos a hablar de las palomitas, explicando las diferencias que podemos encontrar entre las palomitas que compramos en el cine y las que hacemos en casa en el microondas.

Uno de los aspectos más importante a tener en cuenta es que últimamente ir al cine se está convirtiendo en algo que podemos hacer esporádicamente debido a su elevado precio. Si a esto le añadimos las palomitas que nos compramos para nosotr@s y nuestr@s niñ@s, el precio se incrementa mucho más. Por ello, muchas veces elegimos la opción de ir al cine pero hacer nuestras propias palomitas en casa, en esas prácticas bolsitas que podemos encontrar en los supermercados para hacer las palomitas en el microondas tan cómodamente y sin manchar nada.

Pero, ¿qué palomitas son más sanas? 
¿Las que compramos en el cine o las que hacemos en casa en el microonsas?

Para empezar diremos que tanto las palomitas para hacer en el microondas como las que compramos hechas en el cine o fuera de él se caracterizan por tener mucha sal. Entre otros factores, el exceso de sal aumenta el riesgo de padecer hipertensión arterial. Como es sabido por much@s, la hipertensión arterial afecta a muchísim@s españoles y aumenta el riesgo de padecer eventos cardiovasculares. A día de hoy, tanto los niñ@s como los adult@s tomamos más del doble de la ingesta de sal recomendada.


Además, estas palomitas tienen muchas grasas, en concreto hablamos de las grasas saturadas, y dentro de este grupo, de las famosas grasas trans. Este tipo de grasas las podemos encontrar en los alimentos procesados que han sufrido algunos determinados procesos de hidrogenación. Además de no desempeñar ninguna función en el organismo, aumentan el riesgo cardiovascular, siendo esta la razón por la que en muchos países se hayan prohibido este tipo de grasas en la cadena alimentaria.


Es verdad que las grasas trans han desaparecido de muchos de los productos en España, pero a día de hoy, aún las podemos seguir viendo en algunos alimentos, como pueden ser las palomitas para el microondas en este caso.

Por otra parte, tanto en las palomitas que hacemos al microondas como las que compramos en el cine, podemos observar altas cantidades de azúcares, lo cual incrementa de forma notable el riesgo de caries.

Por lo tanto, después de toda esta explicación, 
¿Qué tipo de palomitas elegimos? 
¿Las que hacemos en casa en el microondas o las que compramos hechas?

Nuestra recomendación es que no elijamos ninguna de las dos opciones. Lo mejor es comprar maíz envasado y que hagamos nuestras propias palomitas en casa en una sartén con tapa añadiendo sólo un chorrito de aceite y una pizquita de sal. 



¡Riquísimas y más saludables!

Esperamos que os haya gustado el post de hoy, y como siempre, nos queda recordar que aunque este tipo de palomitas son un poco más saludables, no debemos olvidar que son un alimento de consumo esporádico.

¡Buen provecho!

Fuente bibliográfica: revista Eroski Consumer Nº 207